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El riesgo a la biodiversidad y a la salud pública por el uso de cebos ilegales envenenados

El riesgo a la biodiversidad y a la salud pública por el uso de cebos ilegales envenenados 

23/02/2021

CIEMAT

Un reciente estudio publicado por la prestigiosa revista científica internacional Environmental Research and Public Health, recoge en sus conclusiones esta realidad. El estudio ha sido realizado por las Universidades Miguel Hernández de Elche, la de Granada y la de Lleida, el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC) de Ciudad Real, y el Centro Internacional de Estudios de Derecho Ambiental, CIEDA-CIEMAT.

El uso ilegal del veneno es una de las principales amenazas para la conservación de la biodiversidad. El objetivo principal del uso de veneno es la eliminación de animales silvestres considerados dañinos por su incidencia en multitud de actividades desarrolladas por el ser humano, como la caza, la ganadería, la agricultura o la colombicultura. La gravedad de su utilización radica en que el veneno puede causar la muerte de manera masiva y no selectiva de animales (e incluso personas) en un breve espacio de tiempo.

Aunque no existe información fiable sobre el impacto real del veneno en España, entre 1992 y 2020 se ha estimado que podrían haber muerto un mínimo de 300 000 animales entre aves y mamíferos, muchos de ellos en peligro de extinción como el águila imperial ibérica (Aquila adalberti), el buitre negro (Aegypius monachus), el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), el alimoche (Neophron percnopterus), el lince ibérico (Lynx pardinus) o el oso pardo (Ursus arctos).

Las directivas más importantes para la conservación de la naturaleza en Europa, tanto la Directiva 2009/147/CE (relativa a las aves silvestres) como la Directiva 92/43/CEE (relativa a la conservación de las especies los principales hábitats europeos), prohíben el uso de métodos masivos y no selectivos para la caza o captura de animales silvestres. Ambas directivas recogen el espíritu del Convenio de Berna de 1979, así la Directiva de Aves obliga a los Estados miembros a prohibir los cebos envenenados (Anexo IV letra a), mientras que la Directiva Hábitats establece similar prohibición en su artículo 15 (Anexo VI letra a).

La utilización de veneno está tipificado como delito en la normativa española, pese a lo cual no son extrañas las noticias de animales muertos por su causa.

El personal científico del estudio ha efectuado un experimento de campo mediante la colocación de cebos similares a los que habitualmente se utilizan para envenenar fauna, pero, obiamente, inocuos y, mediante cámaras de fototrampeo han observado qué sucede realmente. El estudio se ha llevado a cabo en seis sierras  de la península Ibérica: las de Cabrera (León), Cameros (Soria), los pre-Pirineos (Lleida), Escalona (Alicante), Cazorla (Jaén) y Harana (Granada).

De los datos oficiales se extraen algunos muy interesantes, así, parece que las grandes aves y los animales domésticos (perros, gatos), si bien son recogidos por las cámaras muy frecuentemente, no suelen comer los cebos, algo que no sucede con animales como el zorro y la garduña o los pequeños mamíferos como el lirón y otros roedores, o, incluso, con los córvidos, frecuentemente carroñeros, como cuervos y urracas, pero también aves como los arrendajos, todos ellos atraídos por la comida envenenada.

La discrepancia entre los datos oficiales registrados y los observados en el estudio podrían poner en evidencia un sesgo en la detección de animales envenenado; pudiera ser que sea debido a que los animales domésticos, por su más estrecha relación con los humanos y al estar bajo la supervisión de éstos son menos susceptibles de ser víctimas de esta práctica cruel de los cebos envenenados. Con respecto a la detección de animales es una obviedad indicar que en gran número de casos no se registrarán como animales afectados por envenenamiento aquellos pequeños, difíciles de ver y, por tanto, de reportar a las autoridades; cuando son estos ejemplares los que más velozmente están desapareciendo del medio natural.

Una de las posibles soluciones para detectar los cebos envenenados y limitar su daño podría ser contar con unidades caninas especialidades, sin embargo no todas las administraciones autonómicas cuentan con este recurso.

El personal experto firmante del artículo sobre los cebos envenenados propone la implementación de un organismo coordinador de carácter estatal que podría considerarse en el marco de la Estrategia nacional de lucha contra el veneno, lo que facilitaría la unificación de criterios y evitaría el tratamiento individual de cada autonomía de este problema que es común en todo el territorio nacional, sin embargo el cuello de botella en este caso, que habría que resolver, es conseguir una base de datos nacional bien estructurada, con datos actualizados y fiables.

Artículo de la revista International Journal of Environmental Research and Public Health que se encuentra disponible para consulta: Gil-Sánchez, J.M.; Aguilera-Alcalá, N.; Moleón, M.; Sebastián-González, E.; Margalida, A.; Morales-Reyes, Z.; Durá-Alemañ, C.J.; Oliva-Vidal, P.; Pérez-García, J.M.; Sánchez-Zapata, J.A. Biases in the Detection of Intentionally Poisoned Animals: Public Health and Conservation Implications from a Field Experiment. Int. J. Environ. Res. Public Health 2021, 18, 1201. https://doi.org/10.3390/ijerph18031201 

Paper: https://www.mdpi.com/1660-4601/18/3/1201


Fotografía. Individuos de los nueve grupos de especies que se alimentan de cebos experimentales. (a). Carnívoros salvajes, Vulpes vulpes. (B). Carnívoros domésticos, Canis lupus familiaris. (C). Suids, Sus scrofa. (D). Pequeños mamíferos, Eliomys quercinus. (mi). Córvidos, Corvus corone. (F). Buitres, Aegypius monachus, Gyps fulvus y Neophron percnopterus. (gramo). Otras rapaces, Falco tinnunculus. (h). Otras aves, Parus major. (I). Reptiles, Timon lepidus.

El riesgo a la biodiversidad y a la salud pública por el uso de cebos ilegales envenenados